Tu cuerpo: rodilla

Lesiones de cartílago

¿Qué es?

La meniscopatía de rodilla es un proceso patológico frecuente dentro del ámbito laboral y deportivo. Suele estar relacionado con actividades que implican la adopción de posturas forzadas en flexión de rodilla y aquellos mecanismos que producen compresión y rotación de la pierna en carga, produciendo la lesión de los meniscos.

Mas sobre las lesiones de cartílago:

Las estructuras meniscales de la rodilla son elementos muy importantes con una función lubrificante y protectora del cartílago articular, facilitando la congruencia y la movilidad articular. Por este motivo, la extirpación quirúrgica del menisco contribuye a la degeneración articular y a un posible proceso artrósico.

Generalmente, salvo aquellos casos leves sin una gran repercusión funcional, que pueden ser manejados de forma conservadora, en la mayor parte de los casos el tratamiento es quirúrgico, generalmente realizando una meniscectomía parcial mediante cirugía artroscópica (CAR). En desgarros meniscales longitudinales y rodillas estables en pacientes jóvenes, estaría indicada una reparación y sutura del menisco.

¿Qué causan las meniscopatía de rodilla?

Generalmente se producen tras un traumatismo que genera una flexión y rotación de rodilla con compresión y en carga. También pueden producir degeneración de los meniscos aquellos mecanismos lesionales que implican traumatismos crónicos en los cartílagos y pinzamiento articular, derivando al final en una posible gonartrosis.

¿Cómo puedo saber si tengo una lesión de menisco?

Frecuentemente la lesión del menisco se produce por desgarro, desprendimiento, aplastamiento brusco o progresivo después de traumas reiterados, que pueden acarrear un bloqueo de rodilla, hidrartrosis (inflamación), dolor intenso y atrofia refleja del cuádriceps.

¿Cómo puede ayudar la fisioterapia en las meniscopatía?

La fisioterapia puede ayudar en la fase aguda a reducir la inflamación y controlar el dolor gracias a diferentes herramientas terapéuticas como: electroterapia, presoterapia, crioterapia, etc. Y también desde un primer momento ayuda a mejorar la movilidad articular y fuerza de la rodilla mediante programa de ejercicios analíticos y globales que recuperen la funcionalidad de la rodilla y el miembro inferior en general: cinesiterapia, reeducación de la marcha y programas de ejercicio terapéutico adaptados al estado del paciente que mejoren su fuerza y capacidad funcional. Durante la recuperación de la lesión, el fisioterapeuta también puede utilizar aquellas técnicas manuales y/o invasivas que puedan ayudar a la mejora del paciente, algunos ejemplos: TM articulares, masoterapia, punción seca, etc.

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