1.- Coxartrosis primitiva: Representa un tercio de los casos, cuyo origen es desconocido. Se desarrolla en caderas normales y se puede acompañar de otras localizaciones artrósicas. Afecta frecuentemente a la mujer (promedio 60 años).

2.- Coxartrosis secundaria: Con diferentes etiologías:

• Malformaciones estructurales, congénitas (ej. subluxaciones de cadera) o adquiridas (ej. coxa vara o valga).
• Desequilibrios estáticos donde la cadera sufre cargas anormales.
• Osteonecrosis.
• Artropatías metabólicas y nerviosas.

¿Cómo puedo saber si tengo una artrosis de cadera?

El diagnóstico clínico se basa en los siguientes síntomas:

• Dolor en la región inguinal de tipo mecánico, que se relaciona con actividades que impliquen el movimiento y la adopción de ciertas posturas, sobretodo en carga.
• Limitación de la movilidad articular de la cadera, especialmente la rotación interna en posición de flexión.
• Rigidez tras un periodo de inactividad con sensación de agarrotamiento articular.
• Crepitación, crujidos o chasquidos.

¿Cómo puede ayudar la fisioterapia en la coxartrosis?

El manejo terapéutico inicial de estos procesos degenerativos es ortopédico, acompañado de un tratamiento médico basado en: AINES, analgésicos y condroprotectores. Frecuentemente es necesario el empleo de un bastón de descarga de la articulación, si el dolor es intenso durante el apoyo o la deambulación. También es necesario un programa específico de Fisioterapia que consistirá básicamente en:

• Magnetoterapia en la zona dolorosa (cadera).
• Cinesiterapia activa de cadera, trabajando los movimientos de: flexión, abducción (fortalecimiento de glúteo medio), extensión (fortalecimiento de glúteo mayor), y las rotaciones.
• Cinesiterapia activa-asistida de cadera.
• Estiramientos de los diferentes grupos musculares: cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y flexores de cadera.
• Bicicleta estática.
• Reeducación de la marcha con y sin ayudas, según tolerancia clínica del paciente.

Una vez haya finalizado el tratamiento de Fisioterapia, es conveniente recomendar al paciente un programa de ejercicios enseñados y supervisados por el fisioterapeuta, para que continue el tratamiento en su domicilio. Dicho programa de ejercicios irá encaminado a mantener la funcionalidad de la cadera (movilidad articular y fuerza muscular), así como incentivar la actividad física de tipo aeróbico (bicicleta y deambulación).